Friday 11 July 2008

Re aprender a tomar un bus

Hubo varias cosas que debí re aprender al visitar Colombia luego de casi 3 años, una de ellas fue tomar un bus. Primero que todo olvidaba lo lejos que queda todo en Bogotá y no es que sea lejos físicamente, sino por la cantidad de vehículos y atascamientos sumándole el conductor que quiere llenar hasta el tanque del bus, hace que el viaje no rinda para nada.
Me encontraba en la séptima con 49 y me disponía a ir hasta unicentro, una distancia de aproximadamente 10 km que tomo hora y media, con un promedio de 7 km por hora fue un récord increíble, para mis piernas que se re acostumbraron a la broma de espacio que hay entre las sillas.
Al hacer la señal de pare, el conductor freno con bastante rapidez, cual película de acción, lo que me obligó a caminar media vía para llegar a la puerta. Apenas estoy subiendo me dice: "pase por el ladito de la registradora por favor".
Mi error fatal fue sentarme hacia la parte delantera del vehículo. Olvidaba por completo que los conductores le meten gente y le meten mas y cuando no hay espacio le siguen metiendo y cuando no cabe ni una cucaracha le meten otro poco mas. Cuando menos me di cuenta el bus estaba repleto, el aire muy denso mezcla de residuos de combustión con olores humanos y yo con la ilusa esperanza de que se fuera a desocupar antes de llegar a mi destino.
Dos cuadras antes de empezar la titánica tarea de ir hasta la parte de atras para timbrar y esperar que no me deje en la mitad de la vía alguien empezó a decir: llamelo, llamelo. No dejen bajar a nadie. Alguien tiene minutos?. Ya lo estoy llamando. No contestan. Llamen a la policía. Se robaron un celular!
Que embarrada que le roben el teléfono a cualquiera y por mi muy bien que busquen al delincuente y no lo dejen bajar,sin embargo el chofer no dejaba bajar a nadie, pero no detuvo su camino y siguió andando muy campante! Hay fue cuando yo me dije, muy de malas pero no, me toco bajarme. Así que comencé con el contorsionismo pisando a unos, empujando a otros, codeando al resto hasta que llegue a la puerta trasera. Timbré y otro tipo se bajo conmigo luego de ser exprimidos por un molino humano. Al estar en tierra firme y alejarme del bus un grupo de mujeres gritaban: no lo dejen bajar, mirelo, mirelo, ese es el ladrón!!

3 comments:

Nicolas said...

Al que no quiere caldo se le dan dos tazas!

Muy de malas!

PD:Tengo pendiente responderle un correo! No se me ha olvidado. Saludos

Anonymous said...

hay muchas cosas que creo que hay que reaprender cuando uno vuelve al país después de vivir por fuera...

yo todavía no se como reaccionaré a cosas tan cotidiandas como tomar el autobus si algún día vuelvo a vivir allá.

el año pasado qeu estuve de paseo me lo tome tranquilo pero porque estaba en plan vacaciones no se si sería igual ya en el día a día...

Iki said...

Entonces si era tu foto la que sale en los aviso de "se busca banda que roba celulares en los buses publicos" ;) jajaja