Siempre que escuchaba a alguien decir que habían estado en Bruselas, no se podía evitar escuchar la palabra aburrido, muerto, desastre. Y pues yo también empecé a pasar el chisme sin ni siquiera ver fotos del lugar. Fue por eso que decidí ir a aburrirme por mi propia cuenta y corroborar esta realidad.
Al principio cuando llegamos a la estación por la noche todo estaba cuadrando, encontramos un terreno enorme desolado que parecía haber sido bombardeado, lluvia y frío, gente de dudoso aspecto.
Como buenos mochileros nos fuimos a pie hasta el hotel. Nos topamos con una ciudad capital fantasma, calles vacías sin movimiento y se suponía que era central!
Al siguiente día, una mañana gris y lluviosa de enero (solo a mi se me ocurre ir en esta fecha), la teoría se iba concretado mas y mas; este lugar es un moridero. Paseo por los edificios del parlamento europeo y ni un alma.
Ya por la tarde nos encontrábamos en el casco antiguo y todo mejoro de aspecto, mucho mas vivo, mas gente, mas movimiento. Muchas mas cosas por hacer y caminar. Al final tuvimos un resto fin de semana fenomenal y no nos alcanzó el tiempo para hacer todo lo que queríamos. Este city break me ha hecho escribir dos conclusiones que siempre he tenido en mi mente:
1. Siempre hay que corroborar la fuente de la información. La gente que me describió a Bruselas como "aburrido" no le gusta el sightseeing ni viajar tanto, son mas gente de discotecas y party. Para ellos si que puede ser aburrido ir a cualquier lado.
2. Crearse grandes expectativas siempre arruina la realidad. Al contrario crearse bajas expectativas hace que salgamos mas que satisfechos con lo que obtenemos. Cuantas veces no nos ha pasado que creemos que una película va a ser super genial, todos tus amigos te han dicho que es estupenda, la prensa, la publicidad, todo el universo te dice que es de lo mejor, y cuando la terminas de ver te preguntas cual era todo el alboroto por esa película nada fuera de lo normal. Y al contrario cuando vemos una película por matar el rato termina siendo una de nuestras favoritas.
Al principio cuando llegamos a la estación por la noche todo estaba cuadrando, encontramos un terreno enorme desolado que parecía haber sido bombardeado, lluvia y frío, gente de dudoso aspecto.
Como buenos mochileros nos fuimos a pie hasta el hotel. Nos topamos con una ciudad capital fantasma, calles vacías sin movimiento y se suponía que era central!
Al siguiente día, una mañana gris y lluviosa de enero (solo a mi se me ocurre ir en esta fecha), la teoría se iba concretado mas y mas; este lugar es un moridero. Paseo por los edificios del parlamento europeo y ni un alma.
Ya por la tarde nos encontrábamos en el casco antiguo y todo mejoro de aspecto, mucho mas vivo, mas gente, mas movimiento. Muchas mas cosas por hacer y caminar. Al final tuvimos un resto fin de semana fenomenal y no nos alcanzó el tiempo para hacer todo lo que queríamos. Este city break me ha hecho escribir dos conclusiones que siempre he tenido en mi mente:1. Siempre hay que corroborar la fuente de la información. La gente que me describió a Bruselas como "aburrido" no le gusta el sightseeing ni viajar tanto, son mas gente de discotecas y party. Para ellos si que puede ser aburrido ir a cualquier lado.
2. Crearse grandes expectativas siempre arruina la realidad. Al contrario crearse bajas expectativas hace que salgamos mas que satisfechos con lo que obtenemos. Cuantas veces no nos ha pasado que creemos que una película va a ser super genial, todos tus amigos te han dicho que es estupenda, la prensa, la publicidad, todo el universo te dice que es de lo mejor, y cuando la terminas de ver te preguntas cual era todo el alboroto por esa película nada fuera de lo normal. Y al contrario cuando vemos una película por matar el rato termina siendo una de nuestras favoritas.
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